El frío y los contrastes de temperatura entre interior y exterior hacen que tu piel se resienta… sobre todo si tienes acné. Para combatir la pérdida de calor, los vasos se contraen y las células no reciben ni el oxígeno ni los nutrientes que necesitan.
Para compensar esta deshidratación es muy importante utilizar al menos dos veces al día una hidratante específica para pieles grasas o con tendencia acnéica. Como la Crema-gel hidratante matificante Acnidul. Gracias a su contenido en ácido glicólico te ayudará también a acelerar la renovación de la piel y a neutralizar el exceso de grasa eliminando brillos e imperfecciones. Se recomienda aplicarla mañana y noche después de lavar tu cara.
Otra forma de hidratarte es bebiendo al menos dos litros de agua cada día.
Higiene facial de la piel con acné
La deshidratación provocada por el frío del exterior hace que la piel sea más vulnerable frente a las agresiones externas (contaminación, toxinas, etc.). Por ello es esencial reforzar la higiene facial en invierno.
Una buena limpieza de la piel contribuirá también a potenciar los efectos de los tratamientos y a acelerar la renovación epitelial.
Emplea productos no agresivos y específicos para pieles grasas y con tendencia acnéica. Como el gel purificante Acnidul, que además de mantener tu piel limpia te ayudará a secar granos y espinillas y a aliviar la hinchazón y el enrojecimiento.
Puedes completar la rutina de cuidado de la piel con acné en invierno con la exfoliación y el roll-on de acción inmediata. Tienes toda la información en este enlace.